Para mí no hay nada más satisfactorio que sumergirme en la estructura de un escenario, descomponerlo, aplicar la ciencia y el método de la Inteligencia y, por minúsculo que el escenario parezca, llegar a su núcleo y esclarecer el camino a seguir para su análisis.
Soy analista de inteligencia, “el que arrastra el lápiz” como solía decirme mi mentor. Soy de los que emplean el “arma silenciosa” de la inteligencia para evitar el caos, la inestabilidad, la ingobernabilidad, y que cree firmemente que para hacer inteligencia solo hace falta respetar la ley y los derechos de todas las personas. Creo firmemente también, que la inteligencia puede hacerse de forma efectiva y eficiente cumpliendo con las normas éticas de la profesión.