¿Por qué la salud del Presidente López Obrador es fundamental para la Seguridad Nacional?

Ante la creciente crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, la exposición del presidente a factores de riesgo de contagio se convierte en un tema

fundamental para la Seguridad Nacional.

De acuerdo con la información disponible en fuentes oficiales como la Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud Federal, los adultos mayores, las mujeres embarazadas, las personas inmunosuprimidas o quienes padecen enfermedades crónicas representan el sector de la población más vulnerable al SARS COV-2, que provoca la enfermedad COVID-19.

 El Presidente López Obrador y una importante parte del su gabinete estratégico pertenece al grupo vulnerable.

Se sabe que la salud del Presidente es relativamente estable, a pesar de haber sufrido dos infartos e intervenciones quirúrgicas como consecuencia, sin embargo, debido a su edad (66 años) y la alta exposición a situaciones de contagio, la posibilidad de contraer COVID-19 es una realidad

Si el presidente contrae la enfermedad y se incapacita para ejercer su cargo se presentan dos escenarios:

 El primero. Si se enferma antes de cumplir dos años en el cargo, es decir antes del 1 de diciembre 2020, de acuerdo al artículo 84 de la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos, quien debe ocupar el cargo es la Secretaria de Gobernación, que también está dentro del grupo vulnerable a Covid-19. Luego, el Congreso de la Unión como Colegio Electoral, elige al presidente interino que ha de convocar a elecciones para elegir al presidente que debe concluir el mandato.

 A pesar de que en el congreso MORENA tendría mayoría para designar un presidente emanado de este partido y retener el poder, las divisiones entre los actores políticos relevantes de este partido, esos que la prensa califica como puristas y pragmáticos, que mas bien son radicales y moderados en un sentido ideológico, haría que la elección de un nuevo presidente emanado de esta organización política sea muy complicada.

 La convocatoria a elecciones podría o no darse y, probablemente se trate de una elección atípica en nuestro país, en un contexto de crisis económica, social y de inseguridad como consecuencia del COVID-19. La fórmula para la inestabilidad política comienza a darse, siendo un primer paso hacia la ingobernabilidad, una de las principales amenazas a la Seguridad Nacional

 Segundo. Si el presidente se enferma después del 1 de diciembre 2020, nuevamente asumiría la presidencia la Secretaria de Gobernación, suponiendo que ella no esté enferma, situación que como ya hemos explicado es altamente probable.

 En este caso es si el presidente no pueda continuar en el cargo una vez que ya se han cumplido dos años de mandato y por lo tanto quedan 4 años por delante, el artículo 84 de la CPEUM señala que el Congreso de la Unión determina quién será el presidente interino que concluya el mandato, en este escenario no hay convocatoria a una nueva elección.

 Las divisiones entre los actores políticos relevantes y en las bases de MORENA llevarían a México a la inestabilidad política que junto con la altamente probable crisis económica y de inseguridad se traducen en amenazas a la gobernabilidad y por tanto a la seguridad nacional

 En ambos supuestos, la posición de secretario de gobernación es de crucial importancia, pero Olga Sánchez está en la misma situación del vulnerabilidad del presidente. La CPEUM asume que la posición de secretario de gobernación está categóricamente disponible para ocupar el cargo del presidente, no existe ningún lineamiento en caso de que este supuesto no se de.

 

Por todo lo anterior, la salud del presidente es un tema de Seguridad Nacional

 

 En el próximo análisis incluiremos los factores oposición política y sociedad civil organizada.