Conferencia dictada el 16 de noviembre de 2018 en el Seminario Dias de Ciencia Política organizado por la Fundación Konrad Adenauer capítulo Honduras
La Mafia es la organización mas ágil, dúctil y pragmática que se puede imaginar respecto a las instituciones y la sociedad en general
Giovanni Falcone.
Agradezco a todos ustedes su asistencia a esta charla sobre Delincuencia Organizada en México y a Fundacion Konrad Adenauer por la invitación
El día de hoy compartiré con ustedes mi experiencia y análisis sobre la problemática de Delincuencia Organizada Transnacional que afecta a mi país, México.
Realizaré con ustedes un breve viaje en el tiempo, partiendo desde la década de los 80 hasta llegar al día de hoy. En este viaje tendremos un panorama muy general de la evolución de los grupos delictivos en México, conoceremos grosso modo las estrategias que han sido implementadas en los sexenios que iniciaron en 2000,2006 y 2012 y como estas influyeron para llegar al escenario actual
Durante la década de los años 80 se observaban dos grupos delictivos con actividades y territorios bien definidos.
El Cártel de Guadalajara, “bautizado” así por los medios de comunicación de la época, era liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo y secundado por Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca.
Asentados en la costa del Pacífico mexicano, sus principales actividades eran el cultivo de marihuana y amapola para la producción de goma de opio, para luego ser traficadas hacia Estados Unidos.
Por otro lado, en la costa del Golfo de México, particularmente Tamaulipas, Juan Nepomuceno Guerra vivía sus últimos días como líder de un grupo cuyas actividades consistían en el tráfico de productos electrónicos, vehículos, alcohol y tabaco provenientes de Estados Unidos que introducían de forma ilegal al territorio mexicano, es decir, burlando a las autoridades fiscales y aduanales. Este grupo evoluciona durante esta década al mercado de la droga bajo el liderazgo de Juan García Ábrego quien consolida el ahora llamado Cártel del Golfo.
Durante la década de los años 80, la producción y trasiego hacia Estados Unidos de marihuana y goma de opio son las únicas actividades delictivas de estos grupos y representaban prácticamente el 100% de sus ingresos ilícitos.
Operativamente, los grupos mantienen un bajo perfil, evitando los hechos violentos y, sobre todo, tratando de evitar las disputas entre grupos delictivos y al interior de éstos.
En este periodo los grupos delictivos ya tienen un fuerte vinculo con los gobiernos locales quienes son el eje de la estabilidad en el trasiego de droga. Desde mi muy particular análisis, el Gobierno del país tenía una política de tolerancia tácita a la producción y trasiego de drogas, asegurándose de lograr dos objetivos fundamentales: primero que los cárteles no tuvieran un involucramiento evidente y dañino con la sociedad mexicana y segundo, que la totalidad de la droga producida fuera traficada hacia Estados Unidos.
Al final de la década de los 80 y comienzo de los 90, con la detención de los líderes del Cártel de Guadalajara y del Cártel del Golfo, los cárteles se consolidad como verdaderas “empresas” y entran de lleno al lavado de activos. En este contexto comienzan a surgir nuevos actores en el mapa delictivo.
En Tijuana, ciudad fronteriza ubicada en el estado del noroeste en Baja California, ahora son visibles los Hermanos Arellano Félix, quienes, vinculados empresarial y familiarmente con el Cártel de Guadalajara, ahora del Pacifico, controlaban el cruce de drogas hacia Estado Unidos.
Pero el actor mas importante que surge en los 90 es Amado Carrillo Fuentes conocido como “El Señor de los Cielos” debido a la flota de avionetas y aviones tipo jet empleados para el trasiego de drogas. Amado Carrillo es el actor que consolida e incrementa exponencialmente el trasiego de cocaína desde Sudamérica a Estados Unidos. El entonces denominado Cártel de Juárez bajo el liderazgo de Carrillo Fuentes se constituye como la fuerza delictiva hegemónica en el país, dando un giro de 180 grados al trasiego de drogas y extendiendo redes de corrupción gubernamental que le permitieron una operación más amplia.
En esta década los informes de Inteligencia comienzan a identificar a otros grupos de menor tamaño como el de los hermanos Valencia, vinculados a Carrillo Fuentes, y que son el origen del actual Cártel de Jalisco Nueva Generación
La muerte de Amado Carrillo Fuentes, las detenciones de líderes de los diversos grupos y los propios realineamientos internos conllevaron al siguiente mapa delictivo a inicios del siglo XXI:
- El Cártel del Pacifico, con los Hermanos Arellano Félix como aliados estratégicos
- El Cártel de Juárez con Vicente Carrillo Fuentes como líder de la organización delictiva. Entre sus principales lugartenientes figuraban Ismael Zambada y los hermanos Arturo, Héctor y Alfredo Beltrán Leyva
- Osiel Cárdenas Guillén, sucesor de Juan García Abrego y líder del ya consolidado Cártel del Golfo. Cárdenas Guillen es quien conforma y adhiere al brazo armado de este grupo, los Zetas.
Hasta el año 2006 estas estructuras mantienen relativa estabilidad organizacional, con eventuales cambios al interior de cada estructura promovidos por disputas internas o, principalmente, por detenciones realizadas por el Gobierno Federal.
En 2006 además, emerge una de las organizaciones delictivas que tiene sus orígenes en el Cártel del Golfo, La Familia Michoacana. Esta organización delictiva provocó el siguiente giro de 180 grados en el mercado de las drogas al introducir la metanfetamina y generó un vuelco en la operación de los cárteles mediante el establecimiento de una “ideología” compuesta por cuerpos de creencias basadas en La Biblia, los principios de Alcohólicos Anónimos y masonería, logrando un real sentido de pertenencia y “compromiso moral” con el grupo delictivo. El objetivo de la Familia Michoacana fue ocupar espacios y solventar problemáticas en materia de seguridad pública que el Estado no había conseguido solucionar.
Pero es 2008 el año que marcó el inicio del actual escenario en materia de Seguridad Pública y Seguridad Interior de México
Los eventos relevantes en 2008:
- La organización de los Hermanos Arellano Félix se escinde, y una parte se alía con el ahora Cártel de Sinaloa antes llamado Cártel del Pacifico, mientras que otra parte permanece bajo el liderazgo de “El Ingeniero” sobrino de los hermanos Arellano Félix
- El Cártel de Sinaloa también sufre una escisión tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva alias “El Mochomo”, esto implicó que el Cártel de Sinaloa perdiera el principal y más violento brazo armado de la organización, liderado por Arturo Beltrán Leyva
- Surgen las figuras de liderazgo de Ismael Zambada, Joaquín Guzmán Loera, Ignacio Coronel y Juan José Esparragoza y consolidan al Cártel de Sinaloa como el grupo delictivo hegemónico en el país.
- El Cártel del Golfo afianza su dominio en la región Golfo del país y trata de incursionar hacia el centro y recuperar el control de estados como Michoacán. También consolida su grupo armado, los Zetas, quienes “compiten” en términos de capacidad criminal con los ahora aliados Hermanos Beltrán Leyva.
El perfil criminal de los lideres de las organizaciones delictivas en el siglo XXI es diametralmente diferente al de los líderes del siglo pasado. Son mas violentos y no tienden a mantener un bajo perfil, por el contrario, su principal rasgo es el enfrentamiento directo a las fuerzas del Estado y una estrategia de corrupción institucional financiada por los amplísimos ingresos generados por el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y el lavado de dinero.
Por su parte, los homicidios vinculados a las disputas entre grupos delictivos y los enfrentamientos con las fuerzas del orden del Gobierno Mexicano se recrudecen debido al incremento exponencial de tráfico de armas de Estados Unidos a México.
Desde 2008 y hasta el día de hoy los reajustes, realineamientos y visibilidad de nuevos grupos delictivos son dinámicos y dúctiles, como lo mencionaba en la cita inicial.
Pero el principal problema provocado por la ductilidad de los grupos es el nivel de violencia que desarrollaron derivado del desmantelamiento de estructuras que conllevaron a la pulverización de los cárteles.
Como grupos delictivos organizados, observan una estructura jerárquica perfectamente definida que, al ser vulnerada por las acciones de las autoridades, exige realineamientos y reacomodos en los que generalmente se dan pugnas internas para asumir las posiciones de mando y que además son aprovechadas por grupos antagónicos para arrebatar las áreas geográficas controladas por grupos enemigos.
Con la evolución de los grupos delincuencia organizada también evolucionaron sus actividades delictivas, diversificándolas para ampliar sus ingresos económicos, pero sobre todo en un esfuerzo de reducir los gastos en los pagos de las estructuras delictivas.
Como ya lo he mencionado, en la etapa 1 las actividades consistían en producción y trasiego de marihuana y amapola
En la etapa dos, a las actividades anteriores se agrega el trafico de cocaína. Hasta este punto la delincuencia se enfoca solo al mercado de las drogas.
Sin embargo, una tercera etapa, que inicia durante el gobierno de Felipe Calderón, las actividades se diversifican exponencialmente y además del mercado de drogas se incorpora el narcomenudeo y delitos de alto impacto: extorsiones conocidas como “cobro de piso”, secuestros en diversas modalidades, trafico de personas, robo de combustible, robo de vehículos con violencia, tráfico de armas, principalmente.
Durante mis años de especialista en Delincuencia Organizada encontré que las organizaciones se reconvirtieron a estas actividades delictivas para poder tener estructuras autosustentables. Así las estructuras mas bajas conformadas por sicarios, narcomenudistas y los llamados halcones podrían tener ingresos que no provinieran del trafico de drogas y que tampoco provinieran de las cúpulas de administración delictiva.
Ejemplo: una célula de 5 sicarios secuestra a una persona, normalmente en modalidad exprés, cobra un rescate de 2500 dólares, de los cuales entrega 1000 dólares a su jefe de plaza y obtienen 1500 dólares de ganancia, con esto, el jefe de plaza se libera del pago de “nómina”.
Para 2018, el secuestro y extorsión aun aportan ingresos importantes a estas células, pero la principal entrada de dinero provine del robo de combustible. En un esfuerzo de aproximación, estimaría que una toma clandestina de gasolina en México podría estar generando entre 25 mil y 50 mil dólares diarios de ingresos.
Es por esto por lo que los grupos delictivos mantienen una cruenta guerra por el “control de plaza”, recrudeciendo el escenario de violencia y criminalidad.
En respuesta a la Delincuencia Organizada los gobiernos mexicanos han hecho diferentes esfuerzos para contener y solucionar la problemática. Me referiré a los tres primeros sexenios del siglo XXI.
Primeramente, Vicente Fox y la creación de la Secretaria de Seguridad Pública y la Policía Federal Preventiva
En el año 2000 México llega a la primera transición política y el gobierno federal ahora esta en manos del Partido Acción Nacional después de 70 años de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional, y la principal preocupación del nuevo gobierno es la Gobernabilidad Democrática, y dentro de este ámbito, la Seguridad Pública.
Es en este año cuando se consolida el cambio de paradigma en materia de Seguridad Pública que venía gestándose desde el sexenio anterior.
En 1999 el último presidente priista del siglo XX, Ernesto Zedillo creó la Policía Federal Preventiva con tres componentes fundamentales:
- Coordinación General de Inteligencia: proveniente del área de Inteligencia del Centro de Investigación y Seguridad Nacional
- Coordinación Regional de Caminos: Incorporó a la policía federal de caminos que antes de 1999 era parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
- Coordinación General Fuerzas Federales de Apoyo: en 1998 la 3ª Brigada de Policía Militar inicia un proceso de adiestramiento y equipamiento para convertirse en la fuerza operativa de la Policía Federal Preventiva
Las funciones de la PFP eran tres fundamentales:
- Combate a la Delincuencia Organizada
- Restauración del Estado de Derecho
- Apoyo a la ciudadanía en casos de desastres (Protección Civil)
Para su operación, la Policía Federal Preventiva intervenía bajo un esquema de Mando Único, así en operaciones contra la delincuencia organizada implementadas en estados como Sinaloa, Michoacán, Baja California y Tamaulipas, el Comisario General de las Fuerzas federales, quien era un General de División del Ejército Mexicano en funciones policiales, asumía el mando en cada entidad, subordinando a las policías estatales y municipales con el objetivo de garantizar la Seguridad Pública de las entidades. El mando Único se dio respetando la soberanía de los estados y la libertad de los municipios en un esquema de coordinación y colaboración, atendiendo el principio de subsidiariedad.
La primera operación de la Policía Federal Preventiva, particularmente de las Fuerzas Federales de Apoyo, fue la recuperación de las Instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México en febrero de 2000, luego de un año de huelga, considerándose primera operación de Restauración del Estado de Derecho.
Por su parte atendiendo a la tarea de auxilio a la población civil en septiembre de 2005, el coordinador general de las fuerzas federales de apoyo asume nuevamente el mando único para atender las tareas de proteger a las personas y a sus bienes así como recuperar la tranquilidad y la paz publica evitando los actos de rapiña y pillaje luego del paso del huracán Wilma por el estado de Quintana Roo particularmente en Cancún. En esta operación se subordinan al Mando Único un batallón de fuerzas especiales del Ejército Mexicano, la Policía Estatal y la Policía municipal de los municipios aledaños
En resumen, la estrategia en materia de Seguridad Pública de Vicente Fox se fundamentaba en la prevención, pero de corte policial, por lo que su política en la materia se centró en el fortalecimiento de la Policía Federal Preventiva y en la creación de la Secretaria de Seguridad Pública.
La estrategia fue exitosa en cuanto al planteamiento de un nuevo paradigma de atención a la Seguridad Pública logrando construir una institución policial federal que en este sexenio se mantuvo sólida, principalmente el componente militar de la institución.
Sin embargo, la estrategia perdió fuerza cuando se incorporaron elementos civiles provenientes de la Policía del Distrito Federal, quienes llevaron consigo los graves problemas de corrupción institucionalizada.
Finalmente, este nuevo paradigma se olvido de la prevención social del delito. Aunque buscó fortalecer la participación ciudadana, en este sexenio no se logró consolidar.
Cabe destacar que es en este periodo, y en el contexto de transición, la Seguridad Pública empieza a emplearse con fines políticos entre miembros de los diferentes partidos políticos y entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Felipe Calderón Hinojosa. El ataque frontal a las estructuras delictivas y la Iniciativa Mérida
Felipe Calderón inicia su mandato en 2006 luego de una elección muy cerrada, en la que la incipiente desconfianza en las instituciones electorales hacía creer a algunos que el triunfo de Calderón no era legítimo
El escenario de seguridad ha adquirido un elevado nivel de complejidad debido a las acciones de su antecesor que provocaron realineamientos de los antiguos grupos delictivos, pero fundamentalmente por el surgimiento de nuevos grupos delictivos como la Familia Michoacana
Para 2006 la debilidad de las policías estatales y municipales es evidente. No existe una verdadera organización policial que se traduzca en cuadros de mando, la carrera policial es inexistente, los salarios son muy bajos, la capacitación y adiestramiento es nulo, y en general las policías no tienen capacidad para hacer frente a las problemáticas de su competencia: faltas administrativas y delitos de fuero común. Sin embargo, el problema fundamental es el alto nivel de corrupción provocado por la infiltración de los diversos grupos de delincuencia organizada
Paralelamente la Policía Federal experimenta una especie de reingeniería que tuvo falencias en su planteamiento y ejecución, debido a que incrementaron el estado de fuerza de manera exponencial para organizar nuevas divisiones al interior de la institución, pero la selección y reclutamiento fueron deficientes, y los programas de formación inicial resultaban insuficientes.
Por esta razón, el Ejecutivo Federal implementa una estrategia de combate frontal a los grupos de delincuencia organizada centrada en el empleo del Ejército Mexicano. La Marina Armada de México se incorporaría a la estrategia en 2009.
En este punto quiero hacer un breve paréntesis para hablarle sobre los fundamentos de la estrategia en Seguridad y Combate a la delincuencia que daría como resultado una reforma constitucional en 2008
Como ya les he explicado, la debilidad de las corporaciones policiales representaba un riesgo a la Seguridad, es por esto, entre 2006 y 2007 el Comisario General de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal implementó un modelo piloto de organización policial que se probó en el municipio de Ciudad del Carmen, Campeche. El objetivo de este piloto llamado Unidades Modelo era fortalecer a las policías municipales a través de la organización, equipamiento y adiestramiento para hacer frente a la delincuencia organizada además del cumplimiento de sus funciones tradicionales: Faltas administrativas y delitos en flagrancia
Las Unidades Modelo se constituían por 100 elementos policiales que se organizaban de la siguiente manera:
- 85 elementos que se constituían como las Fuerzas de Reacción Inmediata cuyas funciones eran la prevención del delito a través de la disuasión policial, atendiendo delitos de fuero común en flagrancia y faltas administrativas
- 10 elementos que constituían el Grupo de Operaciones Especiales. Adiestrados bajo esta premisa y para el cumplimiento de esta función por instructores certificados de la Policía Federal. Su función era la intervención en operativos especiales, particularmente los relacionados con el combate a la delincuencia organizada
- 5 elementos que constituían la Unidad de Análisis, cuyas funciones eran la Estadística Criminal, Inteligencia Táctica y el intercambio de información con otras corporaciones locales y con la Policía Federal
Con este modelo se implemento el esquema de otorgamiento de recursos financieros Federales para el fortalecimiento de las corporaciones policiales denominado Subsidio para la Seguridad en los Municipios y el Fondo de Apoyo a la Seguridad Publica.
Lo anterior da paso a la reforma el artículo 21 Constitucional, que es el fundamento jurídico de la función de Seguridad Pública. Con esta Reforma se dan dos cambios fundamentales:
- Las corporaciones policiales de los tres órdenes de gobierno adquieren facultades para realizar investigaciones en coadyuvancia a las instituciones de procuración de justicia y del ministerio público. Con esto las policías locales entran de lleno al combate a la delincuencia organizada
- La reforma penal que establece el cambio del Sistema Tradicional al Sistema Penal Acusatorio
De esta reforma además deriva la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que en esencia plantea un modelo de Seguridad Ciudadana organizado en un Sistema que incluía a la Sociedad Civil Organizada.
El Sistema, aun vigente, incorpora los siguientes elementos fundamentales
- El Consejo Nacional de Seguridad Pública,
- La Conferencia Nacional de Procuración de Justicia;
- La Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública
- La Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario;
- La Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal
- Los Consejos Locales e Instancias Regionales,
- El Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nuevamente, desde mi análisis personal, es en este sexenio cuando la seguridad publica se convierte en el “ariete” político con el que gobiernos locales de oposición golpeaban al Gobierno Federal, mientras este ultimo centralizaba los recursos financieros destinados al fortalecimiento de las corporaciones locales de policía, entregando millones de pesos señalando el apoyo inclusive a gobiernos de oposición. Sin embargo, los gobiernos locales incumplían con sus obligaciones y el Gobierno Federal los exponía reiteradamente ante los medios de comunicación.
Estas practicas políticas provocaron una ruptura total en los esquemas de coordinación interinstitucional y entre los tres órdenes de gobierno, y los esfuerzos para combatir a la Delincuencia Organizada se pulverizaron, la corrupción institucional incremento y la delincuencia organizada escaló de un problema de Seguridad Pública a una de las principales amenazas a la Seguridad Nacional.
Pero si los problemas internos ya representaban un desafío, en 2008 se presenta la incidencia del Gobierno Norteamericano a través de la Iniciativa Mérida, que otorgo varios millones de dólares para fortalecer las capacidades de las fuerzas de seguridad mexicanas en el combate a la delincuencia.
Pero además de los recursos financieros, la Iniciativa Mérida promovió una fuerte influencia de sus agencias de Seguridad como la Drug Enforcement Administration, Inmigration and Custom Enforcement y Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives.
Esto se tradujo en la persecución de objetivos prioritarios, no para México sino para el Gobierno de Estados Unidos, por lo que el combate a los grupos delictivos no fue proporcional, resultando en el fortalecimiento de unos grupos, frente al debilitamiento de otros.
El resultado es bien conocido, miles de muertos y desaparecidos al final del sexenio en 2012. Las corporaciones policiales no lograron fortalecerse y la corrupción siguió incrementando, el Sistema Penal Acusatorio no ha funcionado como se había prospectado y los carteles se pulverizaron provocando un incremento exponencial de la violencia.
Es importante mencionar que, durante la administración de Calderón, la prevención del delito nunca se realizo desde el punto de vista de política criminológica por lo que nunca se privilegio el desarrollo social como mecanismo de prevención, empleándose exclusivamente la prevención policial.
Enrique Peña Nieto. La creación del la Comisión Nacional de Seguridad y la Prevención Social de la Violencia y el delito
En 2012 regresa al gobierno el Partido Revolucionario institucional como un gobierno de oposición en un ambiente de reclamos social por la percepción de una estrategia de seguridad implementada por el Partido Acción Nacional que resultó fallida y que conllevó a la muerte y desaparición de miles de personas
Nuevamente bajo la influencia de los sesgos políticos y con el objetivo de golpear y posicionarse ante la opinión pública para fortalecer la aprobación presidencia, se descalificó y se interrumpió la continuidad de los elementos que hasta el 2012 habían funcionado, como la Secretaría de Seguridad Pública que desapareció y el manejo de la Seguridad Publica regresó a la Secretaría de Gobernación con la creación de la Comisión Nacional de Seguridad, subordinada a SEGOB, regresando al modelo del siglo XX.
La estrategia de Seguridad propiamente estaría basada en la prevención social del delito y la violencia y su objetivo sería combatir las causas sociales y de desarrollo que, supuestamente, generan delincuencia y violencia.
De acuerdo con la mexicana revista de análisis social Nexos, publicada en febrero de 2017:
En 2013, el gobierno federal lanzó su programa insignia de seguridad, el cual pretendía atacar la violencia desde otro ángulo: prevención en lugar de punición. Con criterios poco claros, se seleccionaron 57 demarcaciones prioritarias compuestas por 931 municipios y les destinaron casi dos mil 500 millones de pesos. El proceso se repitió en 2014, ahora incluyendo a 16 demarcaciones adicionales; luego en 2015, agregando otros nueve municipios, y en 2016, donde la disminución en el presupuesto significó que nueve municipios, como Comitán en Chiapas y Zamora, Michoacán, salieran del programa, aunque se incorporaran otros siete. Para 2016, la cantidad de municipios que quedaron dentro del programa sumaban 95.[1]
El diseño del Programa originalmente se observaba como un verdadero puntal de lo que podría convertirse en una Política Criminológica, incrementando las posibilidades de reducir los niveles de violencia en el país de forma exitosa
Sin embargo, el Programa Nacional de Prevención Social del Delito y la Violencia se convirtió en un discurso político más que en resultados tangibles. Los principales delitos de alto impacto que funcionan como indicadores de la violencia como el homicidio doloso, el secuestro y los delitos patrimoniales con violencia se han mantenido al alza durante todo el sexenio, y las Fuerzas Armadas ahora cumplen funciones totales de Seguridad Pública. Recordemos que durante el sexenio de Felipe Calderón sus funciones eran exclusivamente de combate a la Delincuencia Organizada.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la seguridad publica ha sido manejada por personas que tienen un importante perfil político, pero que no tienen conocimiento básico en materia de Política Criminológica o de Seguridad Pública.
La Policía Federal finalmente acabó internamente con su estructura organizacional, los cuadros de mando desaparecieron y la carrera policial se estancó
El Consejo Nacional de Seguridad Pública se mantuvo como un requisito e instrumento político mas que en un ente diseñador y administrador de la política de Seguridad Pública, y como ya lo he mencionado, las fuerzas armadas permanecen en la calles y ahora con funciones de seguridad pública, en un escenario donde las fuerzas políticas de oposición se han enfocado tenazmente a denostar, desacreditar y demeritar a estas Instituciones, provocándoles un fuerte desgaste frente a la sociedad mexicana que cada vez se polariza mas respecto a si el Ejército y la Marina debe continuar en funciones de Seguridad Pública o no.
La estrategia de Enrique Peña Nieto podría considerarse integral debido al abordaje de prevención desde lo social de las conductas antisociales.
Sin embargo, nuevamente, la politización de la Seguridad impidió que se ejecutara de forma exitosa, y fue una de las principales razones que motivó la caída en la aprobación presidencial y los consabidos resultados electorales del 1 de julio de 2018
Andrés Manuel López Obrador. Entre la incertidumbre y el rechazo a la Seguridad Nacional y a las Fuerzas Armadas
López Obrador es un actor político cuya complejidad desafía a las metodologías de análisis y prospectiva, hablamos de un personaje cuyos cuerpos de creencias políticas son de naturaleza mas bien individual, trascendiendo por más de tres décadas, y siempre han sido anti sistémicas y de abierta oposición al gobierno en turno.
López Obrador es producto de la clase política mexicana, y es producto de la forma en la que se ha hecho política en mi país durante los últimos 30 años, principalmente por que Andrés Manuel logró entender y traducir el hartazgo y resentimiento social; y estos elementos pueden dar un norte sobre lo que sería la próxima estrategia en seguridad
Es importante señalar que los puntos que a continuación se analizan, provienen de fuentes abiertas, porque primeramente López Obrador tomará posesión como presidente de la república el 1 de diciembre y porque aun no existe un instrumento estratégico que legitime y señale puntualmente cual será la ruta crítica que el gobierno seguirá para cumplir con la función de Seguridad Pública.
Como marco de referencia para observar las propuestas en materia de Seguridad señalo los siguientes puntos:
- La ideología política de López Obrador rechaza a las fuerzas del orden, particularmente las fuerzas armadas por considerarlas el aparato represor del Estado
- La ideología política del próximo presidente niega la necesidad de una doctrina de Seguridad Nacional. Esto provoca una confusión en los conceptos de:
- Seguridad Nacional
- Seguridad Interior
- Seguridad Pública
- Defensa Nacional
- La prevención del delito se entiende como el combate a la pobreza, retomando las posturas de corrientes de izquierda en relación con la lucha de clases sociales.
Así, enumeremos lo que hasta el momento se conoce en materia de Seguridad Pública
- Desaparece la Comisión Nacional de Seguridad
- Se crea la Secretaria de Seguridad Pública
- Desaparece el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y su estructura se adhiere a la nueva SSP
- Se plantea una amnistía. Aun no se señalan las particularidades de esta
- Legalización de la marihuana y de la producción de amapola
- Las Fuerzas Armadas no regresan a los cuarteles, se mantienen en funciones de seguridad publica
- Se incrementa el Estado de Fuerza del Ejército y la Marina
- Desaparece el Estado Mayor Presidencial y se incorpora a la Policía Militar
- Se multiplican los programas sociales de apoyo a jóvenes, con particular enfoque a los que “ni estudian, ni trabajan”, como método de prevención del delito. En este contexto, desaparece la Subsecretaria de Prevención Social del Delito y la Violencia
- Posible cooperación internacional para el combate de la Delincuencia Organizada y en materia migratoria con Estados Unidos y Centroamérica
Lo que hasta el momento se ha mencionado, pero se desconoce que implicaciones tendrán sobre la construcción de la estrategia de Seguridad
- Fortalecimiento de las policías locales. Subsidios, formación, carrera policial, evaluación de confianza
- La propuesta de creación de una Guardia Nacional que mezcle policías con fuerzas armadas
- Implementación del Sistema Penal Acusatorio, en lo referente a la procuración de justicia, pero sobre todo a la participación de las fuerzas policiales en el sistema penal acusatorio.
- Transición de la Procuraduría General de la República a Fiscalía General, en este contexto se desconoce qué ocurrirá con la Agencia de Investigación y su órgano de inteligencia el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia
- La estrategia para la atención del Sistema Penitenciario
- La problemática de corrupción instalada en los jueces penales
- La corrupción al interior de los ministerios públicos locales y federales no vinculada a los grupos de delincuencia organizada
- El futuro del Sistema Nacional de Seguridad Pública y sus elementos de coordinación interinstitucional y entre órdenes de gobierno
- El futuro de la Inteligencia Estratégica.
Andrés Manuel López Obrador enfrenta grandes retos en materia de Seguridad Pública y la amenaza a al Seguridad Nacional que representa la Delincuencia Organizada Transnacional
Para ello, requiere estrategias que se alineen en una Política Criminológica que sistematice los siguientes campos:
- Prevención
- Social
- Comunitaria (resiliencia y tejido social)
- Policial
- Regulación
- Actualización del marco legal en materia de seguridad publica procuración y administración de justicia
- Control
- Inteligencia para la Seguridad Pública
- Policía Federal
- Policías Estatales y municipales
- Fuerzas Armadas
- Procuración de Justicia
- Ministerio Publico
- Investigación ministerial
- Sistema penal acusatorio proceso ministerial
- Administración de justicia
- Juzgados Penales locales y federales
- Juzgados especializados para menores de edad locales y federales
- Sistema Acusatorio Penal proceso judicial
- Readaptación social
- Sistema Penitenciario
- Locales
- Federal
- Victimología
- Derechos Humanos de las víctimas
- Reparación del Daño
- Sistema Acusatorio Penal proceso atención a las victimas
- Auditoria
- Evaluación de cumplimiento de líneas estratégicas y objetivos estratégicos
- Contraloría
- Supervisión del gasto publico
- Sistema Penitenciario
Conclusiones
- Los esfuerzos en México para contener la amenaza de la Delincuencia Organizada y la violencia son innegables
- Se han empleado tres diferentes estrategias en lo que va del siglo XXI. Nunca han alcanzado la dimensión de una política que impulse la trascendencia de lo que si funciona y la reingeniería o replanteamiento de lo que no, por lo que la Delincuencia ha aprovechado los espacios vacíos
- Se ha recurrido a soluciones coyunturales por motivos más políticos que estratégicos en lugar de atacar la problemática de fondo. Con esto me refiero al empleo de las Fuerzas Armadas primero para el combate a la Delincuencia Organizada y luego para la Seguridad Pública
- La Delincuencia Organizada Evoluciona exponencialmente frente a la lenta evolución del gobierno y sus estrategias
- Pero fundamentalmente, la Seguridad Publica se politizó. La Seguridad Pública es un tema que afecta directa y contundentemente a las sociedades, por lo que la Seguridad Pública nunca debería emplearse como botín político de partidos y gobiernos.
Invito a todos los funcionarios que hoy nos acompañan a trabajar para evitar que la Seguridad Pública se emplee con fines políticos, a trabajar para que la Seguridad se aborde desde la perspectiva de planeación estratégica con enfoque criminológico que trascienda partidos y gobiernos en beneficio de todos los ciudadanos
A la sociedad civil, la invito a ser un contrapeso crítico y responsable de los políticos y gobiernos, a que hagan que su voz sea escuchada para señalar lo que funciona y debe continuar, lo que ha fracasado y tiene que cambiar y a proponer nuevos paradigmas que contribuyan a enfrentar la problemática en materia de delincuencia organizada. Consolídense como una sociedad exigente de sus gobiernos de forma responsable y comprometida. Solamente la sociedad sabemos de primera mano cuando los gobiernos tienen éxito o no.
Confío en que las reflexiones que hemos compartido serán de utilidad y beneficio para todos ustedes
Agradezco su atención.
[1] Dinero gastado en PRONAPRED: 10 mil millones de pesos. José Merino y Carolina Torreblanca. 13 febrero 2018. Revista Nexos. Relación con cambio en violencia: nulahttps://parentesis.nexos.com.mx/?p=76