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¿Por qué el electorado no votará al PRI en 2017?

Análisis realizado en 2017 en el contexto de las elecciones locales y antesala de las elecciones presidenciales 2018

Contexto

En México, a partir de 2013 los partidos políticos entran en una crisis caracterizada por altos niveles de rechazo por parte de la ciudadanía.

Los números de aprobación del presidente de la República aún no significaban un escenario de crisis, pero el escenario nacional estaba fuertemente incidido por la inseguridad que no se había logrado controlar y por un mesurado crecimiento económico que técnicamente colocaba a México al borde de una recesión.

Así en 2013, después de un año de la elección presidencial, de acuerdo a la encuesta Latinobarómetro 75% de los encuestados manifestaron estar No muy satisfechos o Para nada satisfechos con el funcionamiento de la democracia en México. Para los mexicanos promedio no estan inmersos permanentemente en el mundo de la política, el gobierno o la economía; la democracia implica poder ejercer su voto en cada elección y su grado de satisfacción se vincula directamente a la figura política que cada elector QUERÍA que ganara vs la figura política que obtiene el triunfo.

Para 2015, 78.1% de los encuestados manifestaron No estar muy satisfechos o Para nada satisfechos con el funcionamiento de la democracia, en el mismo contexto explicado en el párrafo anterior.

Estas cifras ponen de manifiesto lo que se ha venido observando en México desde el surgimiento e impacto  de las redes sociales: una creciente desconfianza en las instituciones del Estado.

Se ha creado una relación entre la información (o desinformación) que circula en redes sociales y la percepción de la democracia en el país. Por lo tanto, al ser  conocidas las estrategias de todos los partidos políticos para la movilización del voto, vínculos con delincuencia organizada o casos de corrupción gubernamental, la población ha ido perdiendo la percepción de que México es un país democrático.

Por otro lado, tanto en 2013 como en 2015 la población encuestada por Latinobarómetro se manifestaba indecisa respecto a si México es muy democrático o no, sin embargo, para 2015 la percepción de que NO es muy democrático incremento ligeramente de 10.8% en 2013 a 12.9% en 2015

Esta percepción nuevamente se podría vincular a la forma en la que se desarrollan los procesos electorales en México, ya que en 2015 el partido en el Gobierno, PRI, perdió 5 gubernaturas ante el PAN.

Finalmente, en lo concerniente a la evaluación de partidos, Latinobárometro presenta resultados de 2015, en el que el 70.4% consideraron que los partidos trabajan mal o muy mal respecto a sus funciones de representación de la ciudadanía

 El año inmediato anterior a esta evaluación, 2014, el 60.8 % opinaba que los partidos políticos trabajaban mal o muy mal respecto a sus funciones de representación ciudadana.

 En tan solo 7 años, la percepción negativa de los partidos políticos aumentó de forma considerable, en un contexto donde la Corrupción gubernamental y de partidos fue la noticia de cada día.

El comportamiento electoral de los últimos años, las cifras de Latinobarómetro, y la información que se observa en redes sociales son indicadores de lo que podría considerarse una Crisis de la Clase Política mexicana y particularmente del PRI

El siglo XXI ha sido el “talón de Aquiles” del Priismo. La crisis del Partido iniciaría desde el año 2000 con la llegada del PAN a la presidencia de la República, y la posterior transición gubernamental en diversos estados del país.

El priismo optó por continuar con la forma tradicional de operación electoral basada en estructuras partidarias y de gobiernos priistas enfocadas a la movilización de votantes a través de dádivas económicas y en especie, que trabajaban paralelamente a las campañas electorales.

 

Durante los gobiernos panistas (2000-2012) , el escenario nacional se volvió más complejo. Los riesgos y amenazas a la estabilidad y permanencia del país ahora inciden directamente en la población. La economía se convierte en uno de los principales desafíos no solo de México si no del contexto internacional. La hipervinculacióneconómica mundial provoca que crisis que se inician en otros países impacten de forma considerable en la economía nacional, afectando directamente a la población mexicana. La estrategia de combate a la delincuencia organizada iniciada en el sexenio de Vicente Fox y endurecida durante el sexenio de Felipe Calderón provoca un escenario de violencia donde los homicidios de miembros de grupos de la delincuencia organizada y los enfrentamientos de éstos con las fuerzas armadas definieron la percepción de inseguridad de la población.

Así para 2012, año en el que el priismo recupera la presidencia de la República, el escenario se caracteriza por dos factores preponderantes: El riesgo latente de una nueva crisis económica mundial que impacte en la economía de las familias mexicanas y la evolución de los grupos de delincuencia organizada que diversifican sus actividades hacia delitos de alto impacto que victimizan directamente a todos los estratos sociales de la población.

 La vida cotidiana de los mexicanos se complica día a día, el resentimiento hacia la clase política empieza a gestars y busca una “válvula de escape”

Desde el 2006 Andrés Manuel López Obrador se constituye como esta “válvula de escape”. A través de un discurso disruptivo y desmarcándose de la clase política (a pesar de pertenecer completamente a ella) logra recoger las emociones y percepción negativa de la población, dirigidas hacia la clase política y el gobierno, sembrando la semilla del fraude electoral y de una democracia corrupta.

 AMLO les da voz a miles de ciudadanos que de forma subyacente están enojados contra el gobierno y los políticos porque el dinero que ganan no es suficiente, los productos de consumo básico son cada vez más caros, los servicios de salud son cada vez más deficientes, cada día se dan a conocer noticias de muertos, ejecutados, personas descuartizada, narco mantas, policías corruptos, presidentes municipales coludidos con el narcotráfico.

 A través de una estrategia de comunicación social encaminada a desmarcarse por completo de la clase política y del gobierno, AMLO rompe inclusive con su propio partido y se constituye en una nueva fuerza política que exacerba el discurso disruptivo después de los comicios del 2006.  Recoge de forma sistemática el descontento social, lo potencia y lo vuelca de forma efectiva en la clase política gobernante y elitista. La ira pasiva de la población tiene ya un cauce y una forma de llegar a los oídos del presidente de la República, de Congreso, de los Partidos Políticos, de los Empresarios.

La crisis de la clase política comienza a complicarse y para el 2012 el escenario en el que se juega la elección presidencial es el de la Seguridad Pública y la corrupción política, pero por vínculos con  el narcotráfico. En 2012, aun no se habla de corrupción institucional.

 El PRI que aun cuenta con cuadros institucionales y la disciplina que caracteriza al partido hace uso de toda la fuerza política y económica con la que cuenta y obtiene la Presidencia de la República. 

2014 es el año decisivo que marcaría el inicio visible de la crisis del priismo a nivel nacional  a  través de dos casos: La Casa Blanca de Angelica Rivera y la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural “Isidro Burgos” en Guerrero, todo esto redondeado por la tenaz actividad de AMLO y sus redes sociales cuyo objetivo fue desacreditar la figura presidencial, que para el 2014 logro firmemente instalar la percepción de incompetencia e ineptitud del Presidente de la República gracias a los millones de memes, videos y sitios de desinformación que la estructura de AMLO se encargó de movilizar agresiva y sistemáticamente en todas las redes sociales.

 Todo lo anterior nos lleva al actual escenario nacional, que además es incidido por la coyuntura internacional, que en muchos casos tiene una gran similitud con lo que vive México al interior.

 

México 2017

En 2017 la clase política y sus respectivos partidos son los actores principales de un libreto cuyo argumento se centra en la corrupción institucional y la impunidad, con arcos paralelos en temas de inseguridad pública y un contexto internacional complejo, que todo parece indicar, es resultado de un creciente descontento social hacia sus líderes políticos.

El caso Casa Blanca de 2014, solo sería la punta del iceberg de lo que vendría en los años posteriores. Los casos de corrupción de Gobernadores empiezan a tomar las primeras planas debido al endeudamiento de entidades federativas por miles de millones de pesos y la opacidad del destino de estos recursos; la población no percibe mejoras en sus entidades federativas que puedan explicar   estos endeudamientos.

Los estados en la mira de la opinión publica debido a la información dada a conocer por medios de comunicación: Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Sonora y Coahuila, 4 entidades gobernadas por el PRI y una por el PAN debido a los altos niveles de deuda pública, altos niveles de rezago social y un escenario de inseguridad que cada vez se complica más, principalmente en Veracruz donde las desapariciones y el consecuente hallazgo de fosas clandestinas sigue en aumento.

Esta es una coyuntura que nuevamente AMLO aprovecha estratégicamente, manteniéndose muy alejado de la clase política, enfrentándose al PRI y al PAN acusándolos de la corrupción que tiene sumido al país en una crisis, dividiendo y mermando las filas del PRD, sumando adeptos empresariales de alto perfil para tratar de suavizar su discurso populista y recorriendo el país pronunciando arengas que logran el efecto deseado en la población: continuar exacerbando el resentimiento social de la población hacia la clase política que se enriquece mientras la población empobrece cada vez más.

Durante 2017 AMLO usa a su favor el inconsciente colectivo, en el que subyace la idea de que el gobierno es el responsable del devenir de la población. Es el responsable de que haya dinero en cada bolsillo de cada mexicano, de garantizar que cada mexicano tenga empleo bien remunerado, y, sobre todo, de entregar los beneficios de cientos de programas sociales.

Paralelamente, el Gobierno Federal “intenta” investigar los casos de corrupción de Gobernadores, “tratando” de llevarlos ante la justicia, situación que hasta el momento no ha logrado concretarse, y aunque ya han sido detenidos Javier Duarte y Tomás Yarrington, la población ha introyectado que todo se trata de un montaje para tratar de captar a los electores y sacar al priismo de la crisis en la que se encuentra. Todo esto da cuenta de los altos niveles de desconfianza en las instituciones de gobierno, lo que ha creado un círculo de corrupción-delincuencia-impunidad a nivel micro, es decir entre la población de cualquier estrato social destruyendo aún más el ya de por si dañado tejido social. 

Además, está la impunidad en materia de delincuencia común, en el que extorsionadores, secuestradores y asaltantes son liberados por causas como errores en la integración de carpetas de investigación o tortura para obtener confesiones de los delincuentes que obliga a liberar a los presuntos delincuentes. Pero la población no percibe esta situación como la crisis institucional que realmente es, sino como la asociación entre delincuentes y autoridades que es movilizada a través de grandes sumas de dinero, lo que permite que los delincuentes puedan victimizar una y otra vez a la población.

Finalmente, la inseguridad continúa siendo uno de los principales factores que inciden en la percepción de la población. Aunque la estrategia de comunicación social en esta materia ha variado    con relación a la del sexenio anterior que se caracterizaba por la abundante información sobre operativos, detenciones y delitos como ejecuciones, enfrentamientos o secuestros, la menor cantidad de este tipo de información no necesariamente implica la reducción de índices delictivos. Entidades como Guerrero, Michoacán, Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas. Veracruz o el Estado de México continúan presentando graves problemas en materia de delitos de alto impacto y delincuencia organizada, provocando que la población dude de la capacidad de las autoridades de los 3 niveles de gobierno para hacer frente a esta problemática, y nuevamente los refiere a los temas de impunidad y corrupción.

Factores que incidirán en la decisión del electorado

  • Políticos: 

Al recuperar la presidencia de la República el priismo identificó la necesidad de ofrecer una nueva imagen a la sociedad mexicana, tratando de paliar 80 años de gobierno que en palabras de Mario Vargas Llosa constituyen la “dictadura perfecta”.  El partido optó por la presentación de figuras políticas nuevas y jóvenes en el escenario priista, así como una forma más democrática de conducir al partido. De   esta forma la figura Presidencial va perdiendo autoridad sobre los gobernadores quienes se convierten en una especie de caciques, pero completamente insubordinados al partido y al presidente. Los gobernadores priistas son quienes finalmente han dañado más a la figura Presidencial y al partido, aun por encima de   los casos Ayotzinapa y Casa Blanca

  • Psicológicos:

Son resultado de series de factores anteriores y actualmente se materializan como ansiedad económica y resentimiento socia, fundamentalmente.

Ansiedad económica: Estado sostenido de preocupación derivado de la falta de expectativas sobre todo a corto plazo, de avanzar económicamente, esto es, tener mejores ingresos salariales y mayor poder adquisitivo.

Resentimiento Social: Sentimiento persistente de disgusto o enfado hacia la clase política, quienes son percibidos por la población como los causantes de sus problemas económicos y en su entorno social, como la inseguridad. Este sentimiento de disgusto o enfado se manifiesta en palabras y/o actos hostiles

  • Sociales:

La escasez económica que se traduce en bajos salarios y bajo poder adquisitivo, así como la creciente brecha social entre los deciles de ingreso integran uno de los factores fundamentales que han dado forma al resentimiento social hacia la clase política. Por otro lado dado que el ingreso es la fuente principal para la satisfacción   de necesidades básicas que se traduzcan en un escenario óptimo para el desarrollo humano de las familias, la insatisfacción de estas genera violencia y criminalidad.

En 2017 la corrupción de funcionarios públicos y los casos de enriquecimiento ilícito inciden directamente en el resentimiento.

En torno a este factor los medios de comunicación han jugado un papel muy importante, ya que lejos de cumplir su función informativa se han convertido en un mecanismo de presión política incidiendo en la percepción ciudadana sobre la clase política y el gobierno, “acarreándola” de acuerdo con sus intereses editoriales o a los   del mejor postor.

 Las redes sociales son una realidad alterna donde al contrario de los medios de comunicación tradicionales, se genera debate. Es en las redes sociales donde a través de información falsa o sesgada se exacerba de forma efectiva el resentimiento hacia la clase política y el gobierno

Consideraciones Finales

  • La actual crisis del priismo no es privativa del Partido, concierne a toda la clase política. Sin embargo, al ser el partido hegemónico la tendencia sociopolítica natural es oponérsele desde la trinchera que sea
  • Las estrategias de Comunicación Social y Político-Social del Partido no han logrado la efectividad que el actual escenario demandan, debido a que el priismo continúa operando de forma convencional, respondiendo a los desafíos con una metodología tradicional
  • El escenario actual, por otro lado, es más complejo, con riesgos emergentes que no corresponden a lo que tradicionalmente atendía el priismo en sus años de gobierno
  • La experiencia de los antiguos cuadros organizacionales y de liderazgo del priismo resultan fundamentales, en ellos radica la principal fortaleza del partido, por lo que debe recuperarse la doctrina partidista de la disciplina y emplearse como un apuntalamiento de un nuevo proyecto que atienda la maleabilidad de los escenarios actuales mediante estrategias multidimensionales 
  • El priismo requiere de constante investigación sociopolítica basada en metodologías que logren explicar los escenarios 
  • El resentimiento social es el reto que actualmente debe resolver el priismo nacional. Desde el punto de vista psicológico el resentimiento se resuelve a través del perdón, pero para llegar a este punto la parte agraviada debe sentirse resarcida en todo aquello en lo que ha sido dañada
  • El reto del priismo radica en encontrar mecanismos que, sin perder la autoridad y la percepción de ser la primera fuerza política “resarzan el daño provocado a la sociedad”
  • Respecto a AMLO, medios tradicionales de comunicación tienen poco efecto sobre él debido a que también sin parte de la “mafia del poder” concepto que López Obrador ha logrado que la población introyecte y que sea parte fundamental del factor resentimiento social
  • Por lo que el priismo tiene prácticamente un año para construir medios de comunicación alternativos,voceros emergentes, asimétricos y con similitud a la sociedad tanto en características sociales como emocionales son indispensables.
  • La información en torno a AMLO siempre debe ser verídica o altamente creíble, de otro modo se corre el riesgo de victimizarlo y provocar niveles más altos de empatía y aceptación de los